Al abordar el desafío de la inflexibilidad que se observa en la mayoría de las aulas, las siguientes secciones le brindarán algunos ejemplos sobre cómo rediseñar el espacio de su aula para inspirar el aprendizaje activo.
Las prácticas tradicionales de enseñanza en el aula se caracterizan por un enfoque único para todos, lo que significa que toda la enseñanza se lleva a cabo en el mismo entorno fijo y se dirige a todos los estudiantes de una escuela de manera similar. Los espacios de aprendizaje modernos pueden proporcionar muchas variaciones en el entorno con el objetivo de respaldar una variedad de enfoques pedagógicos, así como el aprendizaje personalizado.
Un académico que tuvo una influencia importante en el rediseño de los espacios de aprendizaje es el pensador futurista estadounidense David Thornburg, quien dedicó parte del trabajo de su vida a temas de tecnología educativa y sistemas educativos (Thornburg, 2014). Mucho antes de que la tecnología llegara a las escuelas y las aulas, desarrolló la idea de las zonas de aprendizaje en el aula.
En su libro From the Campfire to the Holodeck (2014), Thornburg describe cuatro espacios de aprendizaje metafóricos y situaciones de aprendizaje en las que los humanos han aprendido durante años. Aunque la tecnología trajo una revolución a la educación, estas cuatro metáforas para el aprendizaje siguen siendo las mismas.
1. HOGAR (CAMP FIRE)
La Fogata es el lugar de la narración, que ha sido un mecanismo de enseñanza durante muchos siglos. Es el espacio de lectura, donde un grupo de estudiantes aprende de un individuo (profesor, presentador, compañero de estudios) al mismo tiempo. Las aulas modernas han reemplazado el fuego con proyectores y pizarras, mientras que el aula tradicional depende en gran medida del espacio de lectura, donde los estudiantes escuchan las instrucciones del maestro.
Las sesiones de fogata no deben revelar todas las respuestas, sino preparar el escenario y ser el comienzo del viaje de aprendizaje. Muy a menudo destruyen la oportunidad de hacer descubrimientos. Las conferencias tradicionales no estimulan el pensamiento real. Las sesiones de fogata deben proporcionar la información suficiente para llevar a un estudiante al descubrimiento. El enfoque debe estar en hacer preguntas y, más precisamente, en desarrollar la(s) pregunta(s) conductora(s) de la lección.
2. AGUJERO DE AGUA (WATER HOLE)
The Watering Hole es el espacio de aprendizaje social entre pares. El aprendizaje tiene lugar a través de conversaciones entre los alumnos Watering Hole. La idea es que la interacción social genera desencadenantes que conducen a un siguiente nivel de comprensión. La necesidad de conversación es alta después de una conferencia.
Las escuelas deben crear entornos en los que se permita y fomente la conversación y el intercambio. En realidad, las oportunidades de aprendizaje que brinda el diálogo son demasiado escasas cuando los estudiantes se colocan en filas. Los muebles flexibles y cómodos favorecen las conversaciones entre los estudiantes. Un abrevadero puede tener la forma de un grupo de cojines y bolsas de frijoles en un rincón de la habitación o tener varias mesas pequeñas alrededor de las cuales algunos estudiantes pueden trabajar juntos. En su forma más simple, el espacio de aprendizaje social podría ser sillas trasladadas desde el espacio de lectura. Thornburg también señala que las interacciones sociales llevan a los estudiantes a aprender cosas nuevas de las que el maestro ni siquiera es consciente.
3. CUEVA (CAVE)
Además de aprender de un narrador en una fogata y de sus compañeros en el pozo de agua, los alumnos también necesitan un espacio para la reflexión. La cueva, como la llama ThoCaverburg, es un espacio solitario con privacidad. Los espacios de las cuevas están orientados hacia el aprendizaje autodirigido. La cueva es uno de los tipos de espacios que más falta tiene en las escuelas. Con esta sensación de privacidad, las cuevas brindan las condiciones adecuadas para que los estudiantes procesen por su cuenta. Hoy en día, las escuelas innovadoras y de nueva construcción ofrecen más de estos espacios en cuevas. Thornburg también señala que se debe proporcionar suficiente tiempo para que los estudiantes usen los espacios de las cuevas sin interrupción.
Las cuevas vienen en muchas formas y tamaños. Las aulas pueden hacer que los estudiantes creen su propia cueva moviendo una silla y usando auriculares. Los asientos suaves se pueden usar para un tiempo independiente, al igual que un cojín en una esquina.
4. VIDA
Thornburg sugiere que la cuarta zona de aprendizaje debería llamarse Vida. Es el espacio donde los estudiantes pueden demostrar lo que han aprendido y donde estos conocimientos pueden ser aplicados de manera significativa.
Thornburg afirma que los espacios Life deben dar libertad para experimentar y explorar, en lugar de dar a cada estudiante exactamente la misma tarea que realizar. LifePromueve el uso de preguntas abiertas y un enfoque transdisciplinario para hacer del espacio Life un entorno versátil para una variedad de actividades. Los espacios de vida también deben apoyar la idea de que el aprendizaje a menudo se produce a través de la construcción y la fabricación. La idea de un espacio de vida no tiene que ser necesariamente física, sino que también puede ser más conceptual, siempre que a los estudiantes se les otorgue la libertad de aprender.